PIRINEOS 2005
Cauteret, Pont d´Espagne, Luz Ardiden, Tourmalet, Soulor-Aubisque-Soulor y Hautacan
Como en años anteriores decidimos pasar una semana superando los grandes puertos del Tour. En esta ocasión les tocó a los Pirineos.
El sábado 20 de agosto 17 componentes, entre familiares y ciclistas, del Club Ciclista Trasona , Hiruchi, Tina, Ton, Mari Carmen, Álvaro, Cochita, Fran, Grisel, Mauro, Margarita, Juan Carlos, María del Mar, Mauro, Merce, Andrea, Ángel, Alfredo, con Solís como chofer del autobús de Roces, iniciamos el viaje a las 7,45 horas con dirección a Argeles-Gazost, para llegar al Hotel Au-Primerose. Un establecimiento que se desvive por sus clientes, a los que trata de una manera excelente que nos hace sentir como en casa, con una comida estupenda y unas atenciones que no habíamos encontrado en nuestros anteriores viajes. Muchas Gracias Philiphe.
El domingo 21 salimos con la intención de subir a Cauteret y Luz Ardiden. La ascensión a Cauteret se nos hace muy llevadera y decidimos, ya que estábamos allí, intentar ascender a Pont d ´Espagne. Una estupenda decisión por el paisaje y la subida. La dureza empieza nada mas salir de Cauteret pero queda un poco diluida por la belleza del paraje, la espectacularidad de las cascadas y la arboleda que nos rodea en una mañana gris y fría que ayuda a realizar la subida.
Terminada la ascensión unas fotos en la cima y en una de las cascadas y hacia Pierrefite para dirigirnos a Luz Saint Sauver e iniciar la subida de Luz Ardiden. ¡Vaya puerto!, largo, duro y exigente. En él se va a empezar ha hacer famosa la frase de Alfredo “ este debe de ser el último tramo duro”, que pronunció en una zona del 9% en los primeros kms y ya no se dejaría de pronunciar hasta el final, todos eran tramos duros. Fue, sin duda, la sorpresa de nuestra visita a Los Pirineos. Arriba nos está esperando Ángel que decidió ascender solamente este puerto. Comida en la estación de ski, con el avituallamiento que llevamos desde casa, allá arriba no hay nada, y bajada hacía Luz Saint Sauver para dirigirnos a Gavarnie.
Ya metidos en gastos convencemos a nuestras jefas para hacer la marcha caminando desde el pueblo hasta el circo de Gavarnie. Tres horas de caminata que merecen la pena. Es precioso y de esta manera nuestras parientas también hacen deporte. Un día bien aprovechado.
El lunes 22 nos toca el Tourmalet por Bareges. Es un día especial y, si el día anterior se decidió subir todos juntos, en el Tourmalet se sube al ritmo que cada uno quiere o puede.
La aproximación al puerto se hace rápida y el inicio en Luz es eléctrico. Todos tenemos prisa, sobre todo porque un cicloturista francés nos estaba provocando un poco con sus idas y venidas. En Bareges Mauro, Fran y Alfredo se van, quedándose Juan Carlos que se pasará todo el puerto intentando contactar con Mauro, descolgado en las rampas posteriores de Bareges, con Hiruchi y Ton subiendo con tranquilidad en compañía de una cicloturista holandesa. La ascensión se hace dura por momentos pero con paciencia todos conseguimos coronar el Tourmalet, con Alfredo en cabeza seguido de Fran, Mauro y Juan Carlos. Hiruchi y Ton coronan el coloso en compañía de la chica holandesa. La subida se hizo mas rápida de lo previsto, 1 h 40 m. y coronamos antes de que llegará el autobús. Teníamos previsto llegar a las 12:00 y lo hicimos a las 11:30.
Como anécdota una de la llamas que hay en la cima se hizo amiga de Juan Carlos y estuvieron compartiendo unas manzanas asturianas que parece le gustaron mucho al animalito.
Bajada del Tourmalet y comida en el Lago de Payolle, un lago artificial muy bonito, con un sendero que lo rodea en su totalidad por el que se puede pasear a caballo, como hizo Andrea o a pie como hicimos todos. Las parientas a hacer deporte otro día más. De regreso visita Bagneres de Bigorre.
El martes 23 nos tocaba el Soulor-Aubisque-Soulor y Hautacan.
Salimos temprano, el día parece que acompañará como en las dos salidas anteriores y, hasta la cima del Soulor, durante el recorrido se escuchó varias veces “ este debe de ser el último tramo duro”, así ocurrió.
Empezamos a descender hacia el Aubisque y, pasado el segundo túnel comienza a caer “orbayu”. Nos acompañará hasta el alto del Aubisque, junto con una niebla muy densa que en la cima se hace mas espesa, el orbayu se convierte en lluvia y hace mucho frío. En el bar del alto tomamos un café caliente que nos sabe a gloria y comenzamos el descenso hacia el Soulor con muchas precauciones. La carretera está muy resbaladiza y saltona, la niebla persiste y nos encontramos en la carretera con vacas y caballos.
Comenzamos a subir el tramo del Soulor con la esperanza de que cese la lluvia pero esto no se produce y seguirá lloviendo hasta Argeles-Gazost. Allí, tras ver el tiempo tan malo que hace, decidimos dejar Hautacan, desde donde nos llama Ángel, que había decidido subir Hautacan olvidándose del Aubisque, para decirnos que está cayendo una tromba de agua tremenda.
Ducha y comida en la terraza del hotel y visita por la tarde a Lourdes.
Durante la cena le hacemos una demostración a Philipphe de escanciar sidra e invitamos a todos los trabajadores del hotel. Después Philippe se anima y escancia un culín.
El miércoles 24 nos toca el Tourmalet por Campan. Se sale desde Argeles a todo trapo y en un momento nos plantamos en Bagneres de Bigorre donde se produce la única contrariedad de toda la excursión. Mauro se cae a la entrada de en unas vías que discurren por la carretera, al meter la rueda delantera en uno de los raíles.
Como consecuencia de la caída sufre un fuerte golpe en la cadera que le impedirá seguir con la marcha. Después de comprobar que no parece grave y recoger al accidentado nuestro autocar, seguimos ruta hacia Campan. Paramos en la fuente, nos llama la atención lo turbia que sale el agua.
Comenzamos la ascensión y, como ocurrió el lunes, cada uno a su aire. Debimos de hacerlo muy bien, 1h 30 m, ya que pasamos a muchos cicloturistas, había mas gente subiendo que el lunes, y pasamos por la Mongie donde nos esperan nuestros familiares, en dirección a la cima. Alfredo, Fran, Juan Carlos, Hiruchi y Ton coronan el Tourmalet con un clima mejor que el lunes y mucha más gente en la cima.
Descenso hasta la Mongie y comida junto a una corriente de agua. Como siempre jamón, chorizo, queso, bonito, sardinas en fin, un banquetazo. Las jefas se portan estupendamente. Las mañanas son nuestras y las tardes suyas.
Bajamos hasta Luz Saint Sauver y visita al pueblo.
El jueves 25 estaba previsto salir en dirección a Bagneres de Luchon por Aspín y Peyresourde pero por unanimidad decidimos cambiar y subir Hautacan.
Ya se nos había negado en dos ocasiones, año 2000 y el martes y no queríamos dejarlo vivo. Salimos temprano, con un día espectacular y comenzamos la ascensión. Hasta el km 5 aproximadamente ya lo conocíamos del año 2000 y creíamos que hasta allí era “ este debe de ser el último tramo duro”, pero ¡que equivocación¡. El puerto es muy constante, no afloja casi nunca, y se hace duro. Subimos todos juntos, la guerra ya se sabe que quedó para el Tourmalet y coronamos Hautacan. Por fin lo habíamos vencido. La verdad es que hasta que no lo coronamos teníamos la mosca tras la oreja, parecía que estaba gafado.
En el caso de Mauro es la tercera vez que no puede subir.
Llegamos al hotel, ducha y las bicicletas al autobús para dirigirnos hacia Andorra por La Bonaigua y Sort. A partir de aquí las jefas mandan.
Comida en el alto de La Bonaigua, con un día espléndido
En Sort está previsto comprar lotería pero la cola es tan exagerada que decidimos seguir hacía Andorra.
Llegamos a Andorra, Hotel Jaume I donde nos tratan muy bien, y las jefas deciden hacer sus particulares marchas. Recorren Andorra la Vella a mayor velocidad que nosotros los puertos y aún queda un día.
Día: Viernes 26. Andorra.– Hay poco que decir, tiendas, tiendas y mas tiendas. Las jefas se nos pierden o nosotros hacemos que se nos pierdan. Las vemos a la hora de comer y de cenar. Ya veremos como nos arreglamos para meter todo en el autobús.
Mauro se compra un bastón para ayudarse a andar, con todos los adelantos, luz, alarma, masaje para la mano, en resumen la última tecnología.
Sábado 27: Salimos para Trasona a las 10 horas pasando por el túnel de Envalira, Foix, Tarbes con parada para comer en un área de descanso y llegamos a casa a las 23 horas.
En resumen: Una excursión estupenda, el trato en el Hotel Au-Primerose sensacional, el autobús y su chofer de auténtico lujo y unos cuantos mitos pirenaicos sometidos.
El Tourmalet siempre será el Tourmalet, dureza, mito, muchos cicloturistas subiendo por una y otra vertiente, ganas de «guerra»y, al coronar, la sensación de que has vencido algo con lo que sueñan todos los cicloturistas del mundo.
Pero cada uno de los puertos que subimos tiene su encanto:
Pont D´Espagne la belleza, la tranquilidad y la naturaleza en su estado más puro.
Luz Ardiden la dureza y sus impresionantes revueltas en la parte final que te hacen ver varios kilómetros de puerto.
El Soulor- Aubisque son nuestros, sobre todo en la parte del Aubisque, con carretera muy similar a las de alta montaña asturiana y con un clima clavado, parecía que estábamos en casa.
Hautacan la dureza y el silencio, con una ascensión que te sorprende en cada curva y que te deja con una sensación rara al llegar a la cumbre, es muy desangelada, parece faltar algo.
En resumen otro año para el recuerdo y aquí está el listado de puertos superados en las tres últimas aventuras: Telegraphe, Galibier, Glandon, Madeleine, Iseran, Croix de Fer, Alpe d´Huez, Chaussy, Stellvio, Gavia, Mortirolo, Tourmalet, Soulor, Aubisque, Pont d´Espagne, Luz Ardiden y Hautacan.