Pirineos 2005

PIRINEOS 2005

Cauteret, Pont d´Espagne, Luz Ardiden, Tourmalet, Soulor-Aubisque-Soulor y Hautacan

Como en años anteriores decidimos pasar una semana superando los grandes puertos del Tour. En esta ocasión les tocó a los Pirineos.

El sábado 20 de agosto 17 componentes, entre familiares y ciclistas, del Club Ciclista Trasona , Hiruchi, Tina, Ton, Mari Carmen, Álvaro, Cochita, Fran, Grisel, Mauro, Margarita, Juan Carlos, María del Mar, Mauro, Merce, Andrea, Ángel, Alfredo, con Solís como chofer del autobús de Roces, iniciamos el viaje a las 7,45 horas con dirección a Argeles-Gazost, para llegar al Hotel Au-Primerose. Un establecimiento que se desvive por sus clientes, a los que trata de una manera excelente que nos hace sentir como en casa, con una comida estupenda y unas atenciones que no habíamos encontrado en nuestros anteriores viajes. Muchas Gracias Philiphe.

Grupo en cascada de Pont D'EspagneEl domingo 21 salimos con la intención de subir a Cauteret y Luz Ardiden. La ascensión a Cauteret se nos hace muy llevadera y decidimos, ya que estábamos allí, intentar ascender a Pont d ´Espagne. Una estupenda decisión por el paisaje y la subida. La dureza empieza nada mas salir de Cauteret pero queda un poco diluida por la belleza del paraje, la espectacularidad de las cascadas y la arboleda que nos rodea en una mañana gris y fría que ayuda a realizar la subida.

Grupo en Luz Ardiden
Terminada la ascensión unas fotos en la cima y en una de las cascadas y hacia Pierrefite para dirigirnos a Luz Saint Sauver e iniciar la subida de Luz Ardiden. ¡Vaya puerto!, largo, duro y exigente. En él se va a empezar ha hacer famosa la frase de Alfredo “ este debe de ser el último tramo duro”, que pronunció en una zona del 9% en los primeros kms y ya no se dejaría de pronunciar hasta el final, todos eran tramos duros. Fue, sin duda, la sorpresa de nuestra visita a Los Pirineos. Arriba nos está esperando Ángel que decidió ascender solamente este puerto. Comida en la estación de ski, con el avituallamiento que llevamos desde casa, allá arriba no hay nada, y bajada hacía Luz Saint Sauver para dirigirnos a Gavarnie.
Ya metidos en gastos convencemos a nuestras jefas para hacer la marcha caminando desde el pueblo hasta el circo de Gavarnie. Tres horas de caminata que merecen la pena. Es precioso y de esta manera nuestras parientas también hacen deporte. Un día bien aprovechado.

Grupo en Circo de Gavarniere
El lunes 22 nos toca el Tourmalet por Bareges. Es un día especial y, si el día anterior se decidió subir todos juntos, en el Tourmalet se sube al ritmo que cada uno quiere o puede.

Grupo en el Tourmalet
La aproximación al puerto se hace rápida y el inicio en Luz es eléctrico. Todos tenemos prisa, sobre todo porque un cicloturista francés nos estaba provocando un poco con sus idas y venidas. En Bareges Mauro, Fran y Alfredo se van, quedándose Juan Carlos que se pasará todo el puerto intentando contactar con Mauro, descolgado en las rampas posteriores de Bareges, con Hiruchi y Ton subiendo con tranquilidad en compañía de una cicloturista holandesa. La ascensión se hace dura por momentos pero con paciencia todos conseguimos coronar el Tourmalet, con Alfredo en cabeza seguido de Fran, Mauro y Juan Carlos. Hiruchi y Ton coronan el coloso en compañía de la chica holandesa. La subida se hizo mas rápida de lo previsto, 1 h 40 m. y coronamos antes de que llegará el autobús. Teníamos previsto llegar a las 12:00 y lo hicimos a las 11:30.

Comida en el lago de PayolleComo anécdota una de la llamas que hay en la cima se hizo amiga de Juan Carlos y estuvieron compartiendo unas manzanas asturianas que parece le gustaron mucho al animalito.

Bajada del Tourmalet y comida en el Lago de Payolle, un lago artificial muy bonito, con un sendero que lo rodea en su totalidad por el que se puede pasear a caballo, como hizo Andrea o a pie como hicimos todos. Las parientas a hacer deporte otro día más. De regreso visita Bagneres de Bigorre.

En Bagneres de Bigorre
El martes 23 nos tocaba el Soulor-Aubisque-Soulor y Hautacan.

Salimos temprano, el día parece que acompañará como en las dos salidas anteriores y, hasta la cima del Soulor, durante el recorrido se escuchó varias veces “ este debe de ser el último tramo duro”, así ocurrió.

Grupo en Aubisque
Empezamos a descender hacia el Aubisque y, pasado el segundo túnel comienza a caer “orbayu”. Nos acompañará hasta el alto del Aubisque, junto con una niebla muy densa que en la cima se hace mas espesa, el orbayu se convierte en lluvia y hace mucho frío. En el bar del alto tomamos un café caliente que nos sabe a gloria y comenzamos el descenso hacia el Soulor con muchas precauciones. La carretera está muy resbaladiza y saltona, la niebla persiste y nos encontramos en la carretera con vacas y caballos.
Grupo en SoulorComenzamos a subir el tramo del Soulor con la esperanza de que cese la lluvia pero esto no se produce y seguirá lloviendo hasta Argeles-Gazost. Allí, tras ver el tiempo tan malo que hace, decidimos dejar Hautacan, desde donde nos llama Ángel, que había decidido subir Hautacan olvidándose del Aubisque, para decirnos que está cayendo una tromba de agua tremenda.
Virgen de LourdesDucha y comida en la terraza del hotel y visita por la tarde a Lourdes.

Durante la cena le hacemos una demostración a Philipphe de escanciar sidra e invitamos a todos los trabajadores del hotel. Después Philippe se anima y escancia un culín.
El miércoles 24 nos toca el Tourmalet por Campan. Se sale desde Argeles a todo trapo y en un momento nos plantamos en Bagneres de Bigorre donde se produce la única contrariedad de toda la excursión. Mauro se cae a la entrada de en unas vías que discurren por la carretera, al meter la rueda delantera en uno de los raíles.
Alfredo y Fran en la Mongie Como consecuencia de la caída sufre un fuerte golpe en la cadera que le impedirá seguir con la marcha. Después de comprobar que no parece grave y recoger al accidentado nuestro autocar, seguimos ruta hacia Campan. Paramos en la fuente, nos llama la atención lo turbia que sale el agua.

Juan Carlos en la Mongie

Hiruchi y Ton en la MongieComenzamos la ascensión y, como ocurrió el lunes, cada uno a su aire. Debimos de hacerlo muy bien, 1h 30 m, ya que pasamos a muchos cicloturistas, había mas gente subiendo que el lunes, y pasamos por la Mongie donde nos esperan nuestros familiares, en dirección a la cima. Alfredo, Fran, Juan Carlos, Hiruchi y Ton coronan el Tourmalet con un clima mejor que el lunes y mucha más gente en la cima.

Descenso hasta la Mongie y comida junto a una corriente de agua. Como siempre jamón, chorizo, queso, bonito, sardinas en fin, un banquetazo. Las jefas se portan estupendamente. Las mañanas son nuestras y las tardes suyas.

Bajamos hasta Luz Saint Sauver y visita al pueblo.

El jueves 25 estaba previsto salir en dirección a Bagneres de Luchon por Aspín y Peyresourde pero por unanimidad decidimos cambiar y subir Hautacan.
Grupo en Hautacam

Ya se nos había negado en dos ocasiones, año 2000 y el martes y no queríamos dejarlo vivo. Salimos temprano, con un día espectacular y comenzamos la ascensión. Hasta el km 5 aproximadamente ya lo conocíamos del año 2000 y creíamos que hasta allí era “ este debe de ser el último tramo duro”, pero ¡que equivocación¡. El puerto es muy constante, no afloja casi nunca, y se hace duro. Subimos todos juntos, la guerra ya se sabe que quedó para el Tourmalet y coronamos Hautacan. Por fin lo habíamos vencido. La verdad es que hasta que no lo coronamos teníamos la mosca tras la oreja, parecía que estaba gafado.

vista desde La BonaiguaEn el caso de Mauro es la tercera vez que no puede subir.

Llegamos al hotel, ducha y las bicicletas al autobús para dirigirnos hacia Andorra por La Bonaigua y Sort. A partir de aquí las jefas mandan.

Comida en el alto de La Bonaigua, con un día espléndido

En Sort está previsto comprar lotería pero la cola es tan exagerada que decidimos seguir hacía Andorra.
Cenando en el HotelLlegamos a Andorra, Hotel Jaume I donde nos tratan muy bien, y las jefas deciden hacer sus particulares marchas. Recorren Andorra la Vella a mayor velocidad que nosotros los puertos y aún queda un día.
Día: Viernes 26. Andorra.– Hay poco que decir, tiendas, tiendas y mas tiendas. Las jefas se nos pierden o nosotros hacemos que se nos pierdan. Las vemos a la hora de comer y de cenar. Ya veremos como nos arreglamos para meter todo en el autobús.

Cenando en el HotelMauro se compra un bastón para ayudarse a andar, con todos los adelantos, luz, alarma, masaje para la mano, en resumen la última tecnología.
Andorra desde el Hotel
Sábado 27: Salimos para Trasona a las 10 horas pasando por el túnel de Envalira, Foix, Tarbes con parada para comer en un área de descanso y llegamos a casa a las 23 horas.

En resumen: Una excursión estupenda, el trato en el Hotel Au-Primerose sensacional, el autobús y su chofer de auténtico lujo y unos cuantos mitos pirenaicos sometidos.

El Tourmalet siempre será el Tourmalet, dureza, mito, muchos cicloturistas subiendo por una y otra vertiente, ganas de «guerra»y, al coronar, la sensación de que has vencido algo con lo que sueñan todos los cicloturistas del mundo.
Pero cada uno de los puertos que subimos tiene su encanto:
Pont D´Espagne la belleza, la tranquilidad y la naturaleza en su estado más puro.
Luz Ardiden la dureza y sus impresionantes revueltas en la parte final que te hacen ver varios kilómetros de puerto.
El Soulor- Aubisque son nuestros, sobre todo en la parte del Aubisque, con carretera muy similar a las de alta montaña asturiana y con un clima clavado, parecía que estábamos en casa.
Hautacan la dureza y el silencio, con una ascensión que te sorprende en cada curva y que te deja con una sensación rara al llegar a la cumbre, es muy desangelada, parece faltar algo.

En resumen otro año para el recuerdo y aquí está el listado de puertos superados en las tres últimas aventuras: Telegraphe, Galibier, Glandon, Madeleine, Iseran, Croix de Fer, Alpe d´Huez, Chaussy, Stellvio, Gavia, Mortirolo, Tourmalet, Soulor, Aubisque, Pont d´Espagne, Luz Ardiden y Hautacan.

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Quebrantahuesos 2005

LA QUEBRANTAHUESOS 2005

Resulta que le cogimos gusto a esto de pegarnos una paliza a mediados de junio y volvimos a Sabiñánigo a la Quebrantahuesos.

Algunos con objetivos importantes, medalla de oro que intentará Fran, plata Lorenzo y otros, como el novato de Iruchi, a terminarla.

Llegamos a Sabiñánigo, porque íbamos allí y no a Logroño como alguno se empeñó en la salida de la autopista de Bilbao a Vitoría, verdad Tón, y comenzamos el ritual de recogida de dorsales y acreditaciones. Foto con Escartín, un paseo por el pueblo y a dormir a Jaca.
Grupo con Escartín
A las 5 de la mañana en pie para preparar todo y a las 6 a desayunar. A las 7 estamos en Sabiñánigo y a las 7,30 en la línea de salida. Este año estamos mas cerca de la salida que en otras ediciones.

Parece que va a ser un día de mucho calor. Salida lanzada y todos a correr como locos. Pero ¿ que hago yo a estas velocidades.? Mauro y Fran desaparecen en los grupos de cabeza y Ton, Iruchi y Lorenzo van en los intermedios. A los pies del Somport llevó una media de 37 por hora, que locura, ya veremos que pasa luego. Corono el Marie Blanque y el crono marca 4 horas desde la salida. Esto no es normal. Por allí anda también Mauro. Iruchi tiene mala suerte y pincha dos veces. Por novato. En el avituallamiento del Marie Blanque se juntan con Mauro y deciden ir en parejas, Ton-Lorenzo; Mauro-Iruchi.

Pasando el Portalet me encuentro con Ángel que está sacando fotos del sufrimiento. ¡Que calor!

Pasada la Hoz ya estas en casa y llego a Sabiñanigo, 8,51, donde ya esta Fran, degustando la cerveza y la pasta, hizo 8,07, pero no llegó al oro

Esperamos un rato y aparecen Ton y Lorenzo que después de 205 km aún tienen ganas de sprintar. Lorenzo no consiguió la plata pero conoce otra Quebrantahuesos, la del calor. Hacen 10,35.

Solamente faltan Iruchi y Mauro, pero estos a seguro que terminan, son un pelín cabezones. Y allí aparecen, entran en la meta como si no hubieran pasado ninguna dificultad, o eso nos pareció a nosotros. Total 11,51.

Grupo en la linea de Meta

Como siempre pasa cuando termina la marcha muchos dicen que no vuelven mas, en la cena la cosa no parece tan clara y al día siguiente, después de desayunar ya se están haciendo planes para el año que viene.

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Alpes 2004

LOS ALPES ITALIANOS

STELVIO, GAVIA Y MORTIROLO

Como el Tour lo teníamos más o menos dominado nos faltaba el Giro y que mejor demostración que subir los tres más grandes.

Pues venga, manos a la obra.

Grupo en una parada del ViajeSalimos el viernes 20 de agosto por la noche con destino a Niza, Ángel, Conchi, Carlos Lola, David, Álvaro, Conchita, Ton, Mari Carmen, Iruchi, Tina, Alfredo, Rosa, Juan Carlos, Marí Mar, Fran, Grisel, Mauro, Merce, Javier, Esperanza, Marina, Mauro, Margarita, Ramón, Isa y Carla, la Reina de la expedición.

CarlaLlegamos al atardecer y después de cenar paseo por la Niza nocturna, donde algunas casi se pierden, y al hotel.

El sábado llegamos a Aprica, después de un buen viaje con visita al lago de Como, donde paramos a comer. Estamos en un hotel muy acogedor, con gente encantadora que nos trata como si fuéramos de la familia.

El domingo acometemos el Stelvio, el primero de los mitos.

Desde Aprica son 100 km, por pueblos preciosos. Para variar Mauro y con él unos cuantos se confunde y van unos 20 km por una carretera prohibida para bicicletas.
Grupo en el Stelvio Pero llegamos a Bormio, empezamos la subida del mítico Stelvio y como siempre y para variar Mauro tenía prisa. Subimos como buenamente pudimos y entre curvas y pequeños túneles con cascadas de agua cayendo a nuestro alrededor, vamos superando las sucesivas casas Cantonieras. Llegamos al desvío de la carretera que conduce a la frontera Suiza y, a partir de ahí se hace eterno. Son solo dos kms pero cuesta mucho respirar y, por momentos, parece que no podremos con él. Poco a poco alcanzamos la cima con grandes dificultades. Es precioso, con vistas majestuosas y muy concurrido.

Ponte Di Legno
Volvemos hacia Bormio donde nos esperan los familiares y los que decidieron que era mucho para el primer día, Ángel, Iruchi y Ramón.

Después de la comida vuelta hacía Aprica y salida por la ciudad. Por la noche algunos oían relinchar caballos junto a su ventana.

El segundo día nos toca el Gavia.

Salimos en dirección a Edolo y Ponte di Legno para, desde allí, iniciar la ascensión del Gavia. Hace un día de perros, llueve y esta muy frío.

Grupo en el GaviaA los pocos kms de iniciada la subida la carretera se estrecha y nos adentramos en un bosque de pinos entre la niebla. Es una pasada. Vamos superando las curvas de herradura y nos cruzamos con algún coche y muchas motos. Cuando faltan 3 km para la cima nos encontramos con un túnel de 500 mts sin iluminar y, aunque conseguimos pasar, la verdad es que la cosa era complicada por la oscuridad y la rampa que tenía el túnel.

Después de una serie de revueltas enfocamos el final y para entrar en calor apretamos duramente y terminamos en sprint. Y es que hay cosas que son inevitables.

Iruchi y Mauro aparecen al poco tiempo. Por una vez Mauro subió formal.

Descenso alternativo del GaviaDescendemos con mucho cuidado y mucho frió pero en el túnel nos espera una emboscada. No se ve nada y hay una pequeña caída que nos empuja a dar la vuelta y bajar, con las bicicletas al hombro, por la carretera antigua. Una anécdota más. Llegamos al pueblo, después de ver unos paisajes preciosos que aparecían y desaparecían entre la niebla, sin ninguna novedad. Según cuentan las crónicas, alguna de nuestras parientas anduvo a gatas por el pueblo pero sin mayores consecuencias.

Como continuaba lloviendo nos dirigimos a Edolo y, unos kms después paramos a comer para continuar viaje a Borfo Dario Terme.

Vuelta hacia Aprica y otro mito liquidado.

El miércoles nos toca el Mortirolo.

Hay mercado en Aprica y las parientas se quedan a ver como pueden volver locos a los pobres vendedores italianos.

Grupo en el MortiroloBajamos en dirección a Mazzo de Valtellina, donde se inicia el Mortirolo y lo enfocamos con mucho respeto. La subida es impresionante, carretera estrecha, muy bien asfaltada, toda entre árboles, de manera que no ves, gracias a Dios, lo que has subido ni lo que te queda por subir, solamente tienes como referencia el punto donde estás y unos metros por delante.

La verdad es que no es tan fiero el león como lo pintan.

En esta subida Iruchi, que llevaba afilando el cuchillo desde que salió de Trasona, se encarga de recordárselo a Ton. Llegamos a la cima y allí nos vamos a encontrar con Angel y David que hicieron la ascensión desde Aprica.

La vuelta es espectacular, por la cima de la montaña, valles a derecha e izquierda, con vistas preciosas. No te daba tiempo a ver todo por muy despacio que fueras. Después de un largo descenso llegamos a Aprica no sin antes ese que todos sabemos, sííííí Ton, provoque un sprint, pero muy lejos de la meta y falla en el intento.

Por la tarde, después de comer en la pradería del hotel, subimos en un teleférico a las zonas de ski, que en verano son un campo de golf. Una pasada. Otros se deciden por darse unos baños y masajes en la piscina climatizada de Aprica. Y para finalizar baile en la plaza del pueblo con algunas exhibiciones bailonas de los excursionistas.

Saint MoritzEl jueves nos vamos a Saint Moritz, casi nada. Cruzamos la frontera Suiza y, a medida que el autobús va subiendo el Bernina, el cielo se va encapotando, la noche anterior había nevado en las montañas, en la cima hace un frío terrible y cae algo de agua nieve. Bajamos a Saint Moritz y, aunque al llegar llueve, paseamos por la ciudad y comemos allí. Es preciosa, con un lago artificial y comercios por todos lados. A la vuelta paramos en Poschiavo, un pueblo Suizo cerca de la frontera italiana, que tiene como curiosidad sus calles estrechas, muy antiguas y una iglesia que conserva las calaveras a la vista de todos.

Vuelta a Aprica y en el hotel celebran una fiesta para despedirnos. Son gente encantadora.

A preparar las maletas que al día siguiente, viernes, nos vamos.

Grupo en el Lago D'IseoEl viernes salimos en dirección al Lago d´Iseo, donde hacemos una parada. A alguno le da tiempo de bañarse. Es un lago muy grande con varios pueblos en sus orillas.

Comemos y seguimos camino de Montecarlo la nuit. Llegamos a la vez que el Valencia, que jugaba la final de la Copa de campeones. Visita al Palacio, el puerto, el casino, los yates, ¡vaya nivel! Cenamos en una terraza y luego ciudad.

Palacio de los GrimaldiVisitamos la famosa curva del gran premio de Montecarlo y pasamos por el túnel donde Fernando Alonso se pego el sopapo. Algunas amagan con hacer frivolité, mira que hay cosas que ver.

Vista de Montecarlo

Intentamos dormir un poco en el autobús pero las ganas de cachondeo lo impiden, ¡¡Que ye ohhh.!!, la verdad para una vez que estamos en Montecarlo hay que aprovechar.

A las cinco de la madrugada del sábado continuamos viaje hacia la Playa de Narbonne. Las señoras se dan un baño en la playa para refrescar y luego nos vamos al hotel.

Cena en el hotel y paseo por Narbonne, que nos defraudo un poco. Parecía una ciudad triste y algo sucia.

El domingo salimos de Narbonne en dirección a casa donde llegamos sin novedad, como no podía ser de otra manera. Llevamos a Moisés, nuestro super chofer y Ángel de la Guarda.

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Quebrantahuesos 2004

LA QUEBRANTAHUESOS – 19 DE JUNIO 2004

¡ Mira que prometimos no volver¡ Hay que ser burros. Pero a los pocos días de llegar ya estábamos pensando en repetir. Nueva preparación, nuevas marchas y nuevos retos. Igual hacemos menos tiempo y eso quiere decir que no estamos muy mayores.

Y volvemos con un miembro nuevo, Lorenzo, que va a ver que es eso que tanto nos tira.
No repiten Alfredo y Felipe.

Grupo tras recoger Acreditaciones

Durante el viaje, realizado como el año anterior con una furgoneta de Asturmasa, gracias Paco, y el coche de Mauro, nos confundimos varias veces pero en Berriozar nos superamos. Dimos tal número de vueltas a una rotonda que parecía que ya era nuestra.

Llegamos a Sabiñanigo y realizamos todos los trámites y vimos una bicicleta enorme que, parece ser, no consiguieron que funcionara.

Volvemos para Jaca y el debutante Lorenzo empezó a ponerse nervioso. Durante la noche realizó varias visitas al servicio con la consiguiente molestia para sus compañeros de habitación. Lo que pasa por ser nuevo.

Llegamos a la salida con un poco mas de retraso que el año anterior y con más participantes, superaron los 5.000.

La salida es como siempre en un grupo más o menos acorde con nuestras posibilidades, y vamos todos juntos hasta el Somport, excepto Fran y Mauro que tienen prisa y quieren la medalla de oro.

Hay un viento y un frío terrible, como cambian las cosas de un año a otro, y bajando el Somport pierdo el contacto con el resto. Que frío, lloviendo y de manga corta. Los canarios con los que voy, abrigados hasta los ojos, están alucinados y yo como si no pasara nada.

Subimos el Marie Blanque, parece más fácil que el año pasado, paro un poco en el avituallamiento y encuentro a Mauro, que no quiere saber nada de seguir conmigo y se queda allí.

Grupo en Sabiñanigo

Enfilo el Portalet y voy muy bien, empiezo a pasar gente y no paro hasta el control de avituallamiento. Espero un poco por si llega alguno de la banda pero decido seguir y me planto en Sabiñánigo en 9 horas 5 minutos, 1 hora 10 minutos menos que el año pasado. La verdad es que desde La Hoz a Sabiñánigo el viento era favorable.

En la meta está Fran, que no logró el oro pero hizo 8h 30 minutos.

Al poco llegan Lorenzo y Ramón, que esprinta con uno que quería robarle la cartera y un poco más tarde Carlos y Ton que también esprintan, el pabellón bien alto.

Angel finalizó la Treparriscos sin ningún problema.

No pasa mucho tiempo y aparece Mauro. Ya estamos todos, objetivo cumplido y con creces, nos traemos medallas de plata y todo.

Y ahora, el que se empeña en volver es el novato. Bueno, pues se vuelve, pero que no se crea que va a ser como este año. Si hace calor la cosa se complica.

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Quebrantahuesos 2003

LA QUEBRANTAHUESOS – 18 DE JUNIO DE 2003

Después de todas las experiencias anteriores el siguiente reto que nos propusimos fue el de terminar la marcha cicloturista más famosa de España, que está incluida en el circuito Golden-Bike de la UCI. La Quebrantahuesos.

Después de una preparación específica y alguna que otra duda, Ángel, Mauro, Ton, Fran, Alfredo, Carlos Maneiro, Ramón, Felipe y Juan Carlos salieron rumbo a Sabiñanigo con toda la ilusión y todas las dudas.
Grupo en la puerta del hotel
Llegada a Sabiñanigo y a recoger la bolsa con dorsal, chip y todas las milongas y empiezas a ver el ambiente, bicicletas y mas bicicletas, gente que aparenta estar muy preparada y comentarios de la dureza, los tiempos etc. Nosotros a lo nuestro, terminar.

Día 18 por la mañana, a las 5,30 en pie. Hay que desayunar y preparar el material para llegar pronto a la línea de salida. Desde Jaca a Sabiñanigo hay 20 minutos pero puede haber problemas para aparcar como así sucede.

Llegamos a la línea de salida, es un decir, con la cantidad de gente que hay estaremos a 500 metros o mas, y ya tienes ganas de empezar a dar pedal. Suena el volador y 15 minutos después cruzamos por la alfombra de salida, sí todo ese tiempo saliendo gente que estaba delante y todavía queda gente por detrás. Más de 4.000 cicloturistas.

Ya estamos, nos quedan 205 kilómetros. Te metes en un grupo que te parece el adecuado pero después de pasar Jaca quieres ir más rápido y vas en busca de otro grupo. Subes Somport, bueno esto no es tan difícil, y bajas rápidamente en busca del Marie Blanque.

Aquí ya es otra cosa, tras una curva enfocas una recta en rampa y ves cantidad de ciclistas con la bici del ramal. Joder, esto tiene que ser duro. Empiezas a subir y mirando a un lado y a otro los dos que estamos de Trasona, Fran y Yo somos de los pocos que no nos bajamos y te sube la moral.
Cera para arriba.
Grupo en la Salida
Coronas el Marie Blanque, con un calor asfixiante, y al avituallamiento. Recuperas y paras un tiempo y te das cuenta que los hay bastante mas estropeados que tu. Bueno, a por el Portalet. ¡Que calor y que sed! Allí alcanzamos a Carlos Maneiro. Llegamos a un avituallamiento y nos sentamos tranquilamente a esperar. Al poco van apareciendo Felipe y Ton. Decidimos emprender la marcha y coronando el Portalet nos pasa Ramón, un tío listo, va en autobús.

Bajamos el Portalet y hasta la Hoz de Jaca donde repostamos otra vez y enfocamos el tramo final. Ahora sí, ahora llegamos aunque sea a rastras. Y los cinco juntos, haciendo un equipo de cine, entramos en la meta de Sabiñanigo. Ya está.

Después, algunos calambres de Carlos Maneiro y un bajón de Ton, impresionado por el espectáculo de la zona de recuperación y la llegada de Mauro, es como el de Duracel, sigue y sigue.

En la meta están esperándonos Alfredo Ángel y Ramón . Ángel, que dio la vuelta en el Somport, entro segundo en meta y tuvo que porfiar para sacarles del error,” yo estoy retirado”, y Alfredo hizo ocho horas treinta minutos.

Diez horas 15 minutos, bueno y ¿ que ? . Terminamos y punto.

Regreso triunfal y prometemos no volver, menudo sufrimiento.

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Alpes 2002

LOS ALPES FRANCESES 2002

GLANDON, CAHUSSY, LA MADELEINE, TELEGRAPHE, GALIBIER, ISERAN, ALPE D ‘ HUEZ, LA CROIX DE FER Y LES LACETTES.

Con la experiencia de años anteriores en el año 2002 nos proponemos afrontar algo mucho más grande, 10 días en los Alpes Franceses.

Y allá que nos vamos. Carlos, Angel, Carlos Andrés, Ivan, David, Alex, Alberto, Álvaro, Conchita, Ton, Mari Carmen, Iruchi, Tina, Alfredo, Rosa, Juan Carlos, Marí Mar, Felipe, Susana, Ramón, Isa, Fran, Grisel, Mauro y Merce. Partimos el viernes 16 de agosto por la noche en dirección a Saint Jean de Maurienne en un autobús de Roces.

Llegamos a Saint Jean el sábado por la tarde al Hotel de L’ Europe. Bajamos las maletas y las bicicletas y damos un paseo por el pueblo, pequeño y tranquilo.

El Glandón

Al día siguiente, domingo 18 de agosto recibimos la desagradable sorpresa de que han robado una bicicleta del almacén del hotel. El dueño se desvive por solucionar el tema y, después de una visita a la Gendarmería, acometemos la ascensión del primer puerto, El Glandón, duro y largo, con carretera estrecha donde Moisés, nuestro chofer, empieza con su recital de conducir.

Coronado el Glandon continuamos hasta la Croix de Fer donde realizamos algunas fotos espectaculares.
Grupo con Las agujas de L'Arvan
Bajamos en dirección a Alviez le Vieux, un pequeño pueblo de montaña, y sus vecinos salen a las ventanas para ver pasar al autobús, ¡ que grande eres Moisés !, ya que según uno de ellos nunca habían visto un autobús de ese tamaño llegar al pueblo por donde nosotros lo hicimos.

Al día siguiente afrontamos la ascensión del Chaussy y La Madeleine.

El Chaussy es un puerto desconocido pero precioso, con más de 1500 m de altitud, que tiene en su cima una pequeña capilla y que enlaza con La Medeleine por una carretera estrecha que discurre entre bosques de pinos.
Grupo en la Madeleine
Finalizando el descenso del Chaussy nos confundimos en un cruce y ascendemos La Madeleine por una pista forestal, que supera la cima del puerto y tenemos que descender para llegar a ella. Ya somos todo terreno y lo más importante, lo que nos reímos con la historia.

Otro día más 20 de agosto, y hoy toca el más grande, el Galibier.Col du Galibier

Salimos de Saint Jean y después de coronar el Telegraphe, con una demostración impresionante de Mauro, vamos en busca del Galibier. Es un puerto tan apetecible que hasta David se anima con la bicicleta de montaña. La subida es una pasada, con paisajes espectaculares, casi lunares en algunas zonas, con morrenas de glaciares y cimas altísimas a tu alrededor.

Grupo en el GalibierCada uno va a su ritmo, David y Alberto controlando para intentar llegar y el resto como puede para llegar antes que algunos.

Todos vamos llegando, Alfredo y Alex nos ven llegar poco a poco, y para rematar un sprint terrible de Iruchi con una morrongera que casi lo supera en el tramo final. Y, al igual que en el año 1999, que frío hace.

Angel comiendo su bocadilloComienza a caer agua nieve y, después de unas fotos, una bajada terrible entre el agua y el frío y parada a comer en Valloire.

¡Que bocadillo el de Angel¡
Otro día, otro puerto, El Iseran.

Cogemos el autobús y nos dirigimos a Lanslebourg para iniciar la ascensión del Iseran, el paso de montaña más alto de Europa.
Subimos a la bicicleta y se respira un ambiente de ganas de cachondeo. Y menudo cachondeo.
Se escapan, a lo tonto, Ton, Mauro y Felipe, a los que siguen, intentando conectar, Fran y Ramón.
Con el paso de unos kms Fran y Ramón son alcanzados por el resto y empieza una persecución de locura, encabezada por Alfredo, en los 10 Km de llano que hay hasta iniciar la subida en el pueblo de Bonneval.
La persecución finaliza en el mismo pueblo y en el momento del reagrupamiento a uno de los escapados se le ocurre decir “ ahora a subir tranquilinos eh”, lo que da lugar a un ataque automático de otro de los perseguidores que desarma la bolera y cada uno a su ritmo hasta coronar el Iseran.
En la cima, nieve a tus pies y un paisaje fuera de lo normal, espectacular.
Vista desde el Iseran
En el descenso, ya en el autobús, vemos marmotas corretear por las laderas, y cascadas de agua preciosas. Para comer decidimos acercarnos al lago de Mont Cenis, otro sitio precioso, donde después de la paliza de la mañana, algunos valientes deciden seguir pedaleando en unos patines de agua y, a la hora del café, se prepara un pequeño motín por la escasa calidad del producto preparado por las parientas.
Grupo en el Lago de Mont Cenis
El tiempo se nos va agotando y nos queda el otro mito, Alpe D ‘Huez.

Grupo en Lautaret
Salimos en autobús de Saint Jean subimos el Galibier, otra lección de Moisés, y al llegar a la cima, para cruzar por el túnel, se hacen apuestas sobre si pasa el autobús o no. Moisés dice que sí y eso va a misa. Enfoca la boca del túnel y ¡entró, entró!. Para dar una idea del tamaño basta decir que las puerta del autobús, una vez dentro, no se podrían abrir. Es el primer túnel con puertas de madera que vemos.

Descendemos el Galibier y desde Lautaret partimos hacia Alpe d’ Huez, son casi 50 km de descenso, con algunos túneles y en uno de ellos se le encabrita la bicicleta a Ton y esta a punto de darle un disgusto.

Llegamos a le Bourg d ‘Oisans, terreno conocido por la escapada de hace años, y comienza la ascensión, con la repetición de la jugada por parte de Mauro y ¡a joderse tocan!.
Grupo en Alpe D´Huez Se sube Alpe D´Huez en un día precioso, con paisajes espectaculares. Todos vamos llegando la cima, con ataques traidores sobre la misma línea de llegada y con juerga por todo lo alto.
Comemos en el corazón de la estación, al lado de un pequeño estanque donde el chorizo y el jamón español, acompañado de buen vino, demuestra que no es necesario el dopaje para superar estas montañas.
Regresamos hacia Saint Jean por la Croix de Fer, donde podemos apreciar la presa de la Gran Maison, hecha con tierra, y bajamos por el Glandon, donde los gritos de la parientas en algunas curvas son tan espectaculares como el paisaje y eso que Moisés les decía que todavía faltaban unos centímetros para que la rueda perdiera contacto con la carretera.

El último día.- La Croix de Fer

Dado que el inicio de la subida estaba justo al lado del pueblo decidimos dejarlo para el último día.
Amaneció lloviendo pero nos dijeron en el hotel que pararía rápido como así fue. Ese día subimos con unos cicloturistas franceses con lo que habíamos contactado a través de internet.
La subida fue muy tranquila, por una carretera que estaba en obras y, ya nos preocupamos bastante, Mauro no se perdió.

Grupo en la Croix de FerTodos coronamos la cima y, después de una fotografía para el recuerdo con los franceses iniciamos el descenso por el Glandon.
Todo iba normal hasta que a Carlos Maneiro se le ocurre decir que va para Hospital de Órbigo y sale disparado.
Los franceses alucinan, pero nosotros les decimos que toca correr y se arma una de a kilo. Como sería que Felipe, de tanto meter tuerca, pierde hasta los piñones.
Iruchi y Mauro hacen una entrada en Saint Jean de tal calibre que en las zonas de curvas se movían hasta las mesas de las terrazas. Impresionante.

¡ Que locos están estos españoles ¡ debieron de pensar.

Pero les debimos de caer bien porque tienen previsto devolvernos la visita este año. Aquí, en tierra conocida, que se preparen.

El sábado, Mauro, Ramón y Fran, que no habían tenido suficiente, madrugaron y se fueron a subir Les Lacettes, un pequeño puerto con multitud de curvas que está cerca de Saint Jean.

Ese día partimos hacia Trasona donde llegamos el domingo de madrugada después de sufrir como chofer al cafre que sustituyó a Moisés desde Irún.

Gracias a las gestiones del propietario del Hotel, la bicicleta robada llegó a poder de su dueño en el mes de diciembre, en impecable estado.

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El Tourmalet 2000

EL TOURMALET POR LUZ SAINT SAUVER.- 2000

Después de todo lo anteriormente contado el gusanillo ya estaba dentro pero nos faltaba algo y era llevar a nuestras parientas. Ya se sabe, mucho largar pero sin ellas somos muy poco menos que nada.

Y en el año 2000 organizamos una excursión con ellas.
Iruchi, Tina, Ton, Mari Carmen, Fran, Grisel, Mauro, Merce, Angel, Conchi, Juan Carlos, María del Mar, Manuel, Ramón, Carlos, Iván y David.

Salimos el miércoles 24 de agosto en dirección a Lourdes. Parada para comer en Irún y llegada a Lourdes a media tarde. Después de cenar vamos a la procesión de las antorchas y al día siguiente salimos para intentar coronar el Tourmalet y Hautacan.

Grupo en el TourmaletEl día 25 de agosto hace un calor infernal. La subida al Tourmalet se hace muy difícil sobre todo por el calor. El apoyo que nos prestan desde la furgoneta Ángel, Iván y David es decisivo para intentar coronar el coloso. Gracias al agua que nos van suministrando se puede seguir en el empeño. Es tal la situación de alguno que confunde la cabeza de una oveja con una piedra y está a un paso de posarse sobre ella. De todas formas todos consiguen coronar el coloso, incluido Carlos que se había operado de menisco un mes antes.

Una vez coronado el coloso, fotos, recuerdos y sobre todo agua, mucho agua.

Bajamos en dirección a Argeles-Gazost para comenzar la ascensión de Hautacan, pero las fuerzas ya estaban muy mermadas y el calor era cada vez más insoportable.

Comenzamos la ascensión pero poco a poco todos vamos abandonando el empeño y, finamente, ninguno consigue llegar a la cima.

Descendemos y, en el inicio de la subida, en una arboleda al lado del río, hacemos una de las mejores comidas de los últimos años. ¡Que hambre teníamos!. Una pequeña siesta y vuelta en dirección a Lourdes donde estaban las jefas, que se habían pasado el día pidiendo a la Virgen que las dejara jóvenes, guapas y esbeltas. Parece ser que todavía, a día de hoy, están esperando el resultado.

De Argeles-Gazost a Lourdes hay 12 kms, lo suficiente para que se armara una trifulca de consideración, encabezada, para variar, por Ton.

Al día siguiente la intención era llegar a Bagneres de Luchon en bicicleta, superando los cols del Aspin y Peyresourde, pero amanece un día muy lluvioso y decidimos hacer la ruta prevista en coches para dirigirnos a Andorra por el valle de Aran, pasando por Viella, donde comemos, y el puerto de la Bonaigua.

Las Jefas en el Portillón

Paramos en Sort a comprar lotería pero no hubo suerte, como les pasó a las jefas en Lourdes con su milagro.

Llegamos a Andorra y después de una entrada a cuatro patas por parte de Iruchi en el hotel cenamos y damos un paseo nocturno para explorar la zona de compras del día siguiente.

Mauro, Carlos y Juan Carlos deciden aprovechar la ocasión para ascender a Pal mientras el resto realiza compras por Andorra.

Salimos en dirección a Zaragoza sobre las 12,30 horas y en la frontera paran la furgoneta donde iban las bicicletas y la mayor parte del material y, ante lo que ven, los aduaneros deciden dejarlos seguir para evitar detenerlos.

Llegamos a Zaragoza a media tarde, cena, paseo por la zona del Pilar y al hotel.

Visita a la Basílica del Pilar y zonas colindantes y salida en dirección a Trasona donde llegamos sin novedad sobre las 11 de la noche. Otra experiencia mas que abre una nueva puerta que traspasaremos en el año 2002.

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Alpes 1999

ALPES 1999

GALIBIER, LA CROIX DE FER Y ALPE D’HUEZ

Una vez que se abrió aquella puerta, gracias de nuevo Aquarius, y dado que los otros grandes mitos del Tour, el Galibier, y Alpe D’ Huez nos estaban llamando, no tendríamos mas remedio que subir, aunque solamente fuera por curiosidad.

Grupo en una parada del viajeDespués de preparar la cosa bien y convencer a nuestras parientas un miércoles por la noche, 30 de septiembre de 1999, nos encaminamos en dirección a Los Alpes, contando con la colaboración de Asturmasa-Redisa que nos cede una furgoneta, Armando, Mauro, Iruchi, Ton, Angel, Carlos, Varón y Juan Carlos, después de 1.200 km. con varios despistes en la ruta sin mayores complicaciones, llegamos a le Bourg D’ Oisans el jueves a media tarde. Después de la cena un paseo por el pueblo y vemos, con mucha extrañeza, que a las 9 de la noche está todo cerrado. La verdad es que tampoco nos importaba mucho porque con el sueño que teníamos y lo que nos esperaba al día siguiente lo mejor era encuevar.

A las 7,30 desayunamos, alguno se caía de sueño, estaba empeñando en que había una hormigonera dentro de su habitación y no había pegado ojo. Para que nos entendamos, su compañero de habitación era Varón.

Salimos en dirección al Galibier, por la vertiente de Lautaret, es una subida larguísima pero con unos paisajes espectaculares. Hay un viento fuerte de frente que dificulta la ascensión pero, poco a poco, vamos coronando Lautaret, donde podemos comprobar toda la belleza de Los Alpes, con el glaciar de la Meigie a nuestras espaldas. Alguna fotos y a seguir ruta en dirección a la cima del Galibier. La última parte de la ascensión hace estragos y algunos se van recogiendo, prudentemente, en la furgoneta dirigida por Varón.

Grupo en LautaretEn la cima la satisfacción por haber coronado este coloso es tan grande como el frío. Que frío hace, temblamos como hojas, hasta el punto que Iruchi tiene que hacerse cargo de la cámara porque Varón no acierta a manejarla al tener los dedos congelados.
Fotos y recuerdos y a descender en dirección a Valloire, un pueblo precioso en la base del Galibier.
Subimos 3 Km. y estamos en la cima del Telegraphe, donde paramos a comer para enfrentarnos al último puerto del día, La Croix de Fer. Allí, en la cima del Telegraphe, nos sirven el mejor café au lait del mundo mundial, según nuestro experto, Iruchi.

Comenzamos a bajar el Telegraphe y ahí empieza la odisea.
Mauro inicia un descenso rapidísimo y lo perdemos de vista, y ¡vaya que lo vamos a perder!.
Mauro en el Telegraph
Iniciamos la subida de la Croix de Fer, durísima, y subiendo como podemos vamos en dirección a la cima. La furgoneta se adelanta unos Km. y empieza el desastre, no está Mauro. Bajan hasta Saint Jean de Maurienne y Mauro no aparece. Les indicamos que no se preocupen de nosotros, pero que encuentren a Mauro.

Con todo el trajín el personal ciclista se va quedando sin comida, sin agua y sin ganas.
Juan Carlos se detiene a pedir agua, comida ya parecía excesivo, y un gentil francés le llena dos bidones que se bebe sin rechistar y pide más. El buen hombre, con los ojos como platos le dice que espere y le saca un barreño lleno de agua, como para una baca. Ante eso Juan Carlos decide recoger otros dos bidones, dar las gracias y emprender la marcha, pero convencido que la Croix de Fer podrá con el. Y Mauro sigue sin aparecer. A falta de tres Km. para coronar Juan Carlos, que marchaba en cabeza decide abandonar y se tiende al sol encima de un muro, como una culebra, esperando que aparezca la furgoneta y se apiaden de el.

En eso que Ton, que venía siguiéndolo, observa el panorama y empieza a tener tentaciones de abandonar, pero como no hay furgoneta sigue subiendo.

Aparece la furgoneta ¿ Donde está Mauro ?. No lo han encontrado. Que desastre, pero este tío ¿qué ha hecho, se habrá caído por un precipicio?.
Los furgoneteros juran y perjuran que ya no pueden hacer más. Solamente quedan dos descerebrados en la ruta y Mauro, pero ¿donde está?

Cuando Ton ve pasar la furgoneta con Juan Carlos comiendo todas las barritas energéticas decide que ya está bien y toma el mismo camino.

Al final solamente corona La Croix de Fer Carlos y ¿ Mauro?.

Decidimos bajar al hotel para ver si sabían algo de él y todos a la furgoneta. ¡Si hasta el móvil de Mauro esta aquí.

Suena el móvil, seguro que es Mauro. Y lo que pasa a continuación es para transcribir literalmente

– Diga
– Hola, soy Merce (la mujer de Mauro)El teléfono quema,

– Cógelo tú
– No, que yo no sé que hacer.
Finalmente se lo queda Ton, es compañero de trabajo.

-Merce: Que tal, ¿se puede poner Mauro?Sudores fríos, caras de espanto.

-Ton: No, está todavía en bicicleta, yo estoy en la furgoneta porque cogí una pájara terrible.
Es un monstruo, ha salido del paso sin decir una sola mentira.

-Merce: Bueno, cuando pueda que me llame.Hay que encontrarlo, ¿como le decimos a Merce que hemos perdido a su marido?

Volamos hacia el hotel pero no saben nada y nos miran con unas caras de preocupación que empeoran las cosas todavía más.

¡A por los gendarmes!

Ton y Juan Carlos, los que chapurrean un poco de francés, se dirigen a la gendarmería y está ferme.Col du Telegraphe
El gendarme les dice que a las siete cierran y que no hay nada que hacer. Juan Carlos y Ton se ponen un «poqiutín tensos» y, ante la perspectiva de que le tiren la puerta de la gendarmería, el agente decide iniciar las operaciones de busca. Después de una interminable media hora de llamadas Mauro aparece, está en la subida de la Croix de Fer.

A las 21:30 llega en un taxi y, después de pedir disculpas, nos cuenta lo que ha pasado.

«En el cruce de La Croix de Fer y La Toissure he cogido el camino equivocado, he subido a la Toissure y ,al ver que la carretera se acababa allí, he preguntado dónde estaba. Un francés me lo ha dicho y, cuando yo le comenté donde quería ir, se ha llevado las manos a la cabeza gritando «Mon Dieu». Ahí me he empezado a poner nervioso y he bajado La Toissurre como un reactor para ver si os encontraba. Cuando empezó a anochecer llamé desde un poste sos y me dijeron que no me moviera de allí, que irían a buscarme. Hasta que llegaron lo pase mal, había lobos aullando.

– Pero Mauro si en Los Alpes no hay lobos.
– Bueno, no los habrá pero yo los oí. Vaya miedo que pasé.

Alpe D’Huez

 

Después de superado el susto del día anterior nos encaminamos hacia el Alpe D ‘Huez, que ya habíamos estando viendo desde la base el día anterior. Le Bourg d’ Osians es el inicio de la subida. Desde la ventana de la habitación del hotel vemos las cumbres de la montañas con nieve, durante la noche llovió un poco en el pueblo y nevó en las cimas.

Grupo en Alpe D´Huez

Pero el día es fantástico, soleado y claro.
Empezamos la subida y Mauro, como hoy es difícil perderse, decide que tiene prisa y en el inicio, la parte mas dura de la subida, se marcha como un cohete y se desarma la bolera. El que pueda que le siga.
Y allí cada uno hacía lo que podía. Iruchí, que se había reservado el día antes, atornilla a Ton de una manera criminal, aunque un despiste en la parte final de la subida está a un paso de costarle muy caro, mientras tanto todos van llegando al mítico Alpe D’ Huez después de superar las famosas 21 revueltas, incluido el incendiario de Mauro, que después de la que armó faltó poco para que no pudiera llegar.

Fotos, compra de recuerdos y una enorme satisfacción por haber conseguido algo que, hace muy poco, ninguno podía imaginarse, teníamos en el zurrón los tres mitos del Tour.

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El Tourmalet 1995

Tourmalet 1995

En el año 1995, espoleados por un anuncio televisivo de Aquarius que decía «Nunca subirás el Tourmalet2, varios componentes del Club Ciclista decidimos que, aunque solamente fuera por llevar la contraria al anuncio, íbamos a subir el Tourmalet.

Grupo comiendoA primeros de septiembre 7 chalados, Armando, Lorenzo, Ton, Iruchi, Manuel, Juan Carlos y Varón emprendieron viaje en la furgoneta de este último con destino a Lourdes.

Paramos a comer en Irún y a media tarde estábamos en Lourdes.
Cena rápida y lo primero que nos llama la atención es la cantidad de gente que empieza a desfilar por la calle, todos en dirección a la Basílica.

Ya se sabe que donde fueres haz lo que vieres y nosotros, para no ser menos, seguimos el refrán y nos encontramos con la procesión de las antorchas, que se realiza todos los días al anochecer y es algo impresionante.

Vuelta al hotel y a dormir para enfrentarse al coloso. La verdad es que, quien mas quien menos estaba un poco nerviosos.

Durante la noche entra en el patio donde estaba la furgoneta con las bicicletas el camión de la basura y algún componente de la expedición, ante el ruido que hacía la prensa, se levanto a mirar si se estaban cargando las bicicletas. Hasta ese punto estaban los nervios a flor de piel.

A la mañana siguiente desayuno fuerte en el hotel y a por el Tourmalet, por la vertiente de La Mongie.

Vamos muy tranquilos hasta que un grupo de cicloturistas franceses nos alcanza antes de llegar a Bagneres de Bigorre y, para evitar que piensen que somos unos globeros de categoría, nos vamos con ellos unos km.

Reagrupamiento en Bagneres de Bigorre y seguimos ruta hacia Saint Marie de Campan, donde vemos Les Mouneques, muñecos de tamaño natural que se encuentran en casi todas las casas del pueblo y que hacen un efecto muy guapo.

Nos desviamos hacia Gripp pero antes paramos en la fuente mas famosa del mundo para los cicloturistas, que se encuentra en Campan, antes de iniciarse la subida al Tourmalet.

Grupo en el TourmaletY allá vamos, cada uno a su ritmo y como puedes, controlados por Varón desde la furgoneta y con la cámara de video para inmortalizar la hazaña, dándose la circunstancia que nos encontramos con un grupo de cicloturistas que realizaba la ascensión, entre los que se encontraba una mujer de muy buen ver, que además era española, casada con un francés.

Llegamos a La Mongie, y seguimos en dirección a la cima del Tourmalet, con un día espectacular, que se adivinaba entre la niebla.

Vamos llegando todos, poniendo cara de «aquí no pasó nada», pero con un sufrimiento que solamente sabemos los que subimos allá arriba.

Como anécdota final Armando termina el Tourmalet esprintando con un francés que quería llegar un pelín primero que él. El pabellón hay que dejarlo alto.

Fotos, tragos con la bota de vino y se escancían unos culinos de sidra que repartimos con algunos de los ciclistas que terminan la subida, incluida la española que consiguió coronar el puerto.

Vuelta al hotel, comida y regreso a casa, donde llegamos el domingo de madrugada.

Cansados pero muy satisfechos y dejando la puerta abierta para los retos que se sucederán en años venideros.

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